

Y lo son porque han decidido huir en los cuerpos-sexo de silicona antes que intentar proveer al ciudadano de criterios de comprensión del mundo. ¡Y cómo se exhiben las carnes!
Aloys Bisscheroux (un holandés en Bogotá) me envió todo el análisis que sigue y que nos debe llevar a pensar.
"De los sinónimos de la palabra pornográfico, dos aplican tanto al noticiero de Caracol como la de RCN: obsceno y lujurioso.
"Los noticieros de las siete arrancan con un resumen de las noticias del día, después de deportes y, finalmente, el entretenimiento.
"Sin importar cuán horribles sean los desastres que han sucedido, las niñas de los chismes de farándula siempre lucen (además de sus piernas y sus escotes), sonrisas lascivas y frívolas.
"En RCN es peor todavía, ya que una de las presentadoras de las noticias más tarde se convierte en operadora de una línea caliente en 'La Cosa Política'.
"El hecho de que ningún noticiero en Colombia interrumpa su programación con Breaking News, como en Estados Unidos y Europa, significa que auqí son rígidamente precocidos y, problablemente, (auto) censurados. ¡Una telenovela no se interrumpe!
"Todo esto me parece pornográfico en ambos sentidos: obsceno y lujurioso. Además, los noticieros RCN y Caracol no nos dan modos de comprensión de la realidad nacional, pero tampoco muestran la realidad internacional, lo cual nos produce una realidad incestuosa. ¡Nos amamos tanto!
"Una larga historia. Cuando la tragedia del Palacio de Justicia, la entonces ministra de Comunicaciones prohibiò que el pueblo colombiano se enterara y, en su lugar, se transmitió un partido malo de fútbol.
"Finalmente, la revocaciòn de la licitación por el tercer canal implica que la situaciòn no cambiará". (Hasta aquí el holandés en Colombia).
La mala imagen de Colombia no la dan las narcotelenovelas, ni nuestro cine, ni la sicaresca literaria. Nuestros noticieros documentan, día a día, cómo somos un país de desalmados, matones, agresivos, corruptos, cínicos, impúdicos, obscenos, grotescos e inmorales. Y, ante todo, estas sonrisas y cuerpos en exhibición en manos de Dios. ¡Eso es pornográfico!
El Tiempo, sección Cultura & Gente, Columna El Otro Lado, por Omar Rincón, página 2-3, lunes 18 de enero de 2010.
Nota: Para quienes estén llegando tarde a la sintonía de los acontecimientos arriba planteados por uno de los críticos más respetables en cuestiones de televisión y catedrático de la Universidad de Los Andes, es imperativo concretar al menos tres nombres no especificados, y que corresponden a las presentadora Vicky Dávila, de la farándula oficial en 'La Cosa Política', y Cristina Hurtado, de la otra farándula. En cuanto a la ministra de Comunicaciones que censuró la transmisión de los hechos del Palacio de Justicia en 1985, se trata de la precandidata conservadora Noemí Sanín.




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