viernes, 9 de diciembre de 2011

Una nación de 'vidiotas'

Uno de los programas más vistos de la TV en los Estados Unidos es El Show de David Letterman, quien aquí conversa con la actriz Eva Longoria, de Amas de Casa Desesperadas. El famoso entrevistador suele ser blanco de encendidas controversias y protestas por su banalidad y muchas veces por irrespeto a sus invitados. Aqui formula preguntas salidas de tono a su entrevistada, quien hace alarde de sus atributos físicos.

NUEVA YORK, 8 de noviembre de 2011.  El pasado medio siglo ha sido la era de los medios masivos electrónicos. La televisión reformuló la sociedad en cada rincón del mundo. Ahora, una explosión de nuevos dispositivos mediáticos se suma al televisor: DVD, computadoras, consolas de juegos, teléfonos inteligentes y más. Cada vez hay más evidencia que sugiere que esta proliferación de medios tiene infinidad de efectos negativos.

Estados Unidos lideró el mundo en la era de la televisión, y las implicaciones se pueden ver más directamente en la prolongada relación amorosa de Estados Unidos con lo que Harlan Ellison memorablemente llamó "la teta de cristal". En 1950, menos del 8 por ciento de los hogares estadounidenses tenía un televisor; para 1960, el porcentaje había pasado a ser del 90 por ciento. Ese nivel de penetración en otros lugares se demoró muchas más décadas, y los países más pobres todavía no han alcanzado esa cifra.

Como era de esperarse, los norteamericanos se convirtieron en los mayores telespectadores del mundo, lo cual probablemente siga siendo válido hoy en día, aunque los datos son un tanto imprecisos e incompletos. La mejor evidencia sugiere que los norteamericanos miran más de cinco horas por día de televisión en promedio -un número sorprendente, dado que se pasan varias horas más frente a otros dispositivos que transmiten video-. Otros países registran muchas menos horas frente a la pantalla. En Escandinavia, por ejemplo, el tiempo que la gente pasa mirando televisión es aproximadamente la mitad que el promedio en Estados Unidos.

Las consecuencias para la sociedad estadounidense son profundas, perturbadoras y una advertencia para el mundo -aunque probablemente llegue demasiado tarde como para ser tenida en cuenta-. Primero, mirar mucha televisión reporta escaso placer. Muchas encuestas demuestran que es casi como una adicción que ofrece un beneficio a corto plazo que conduce a una infelicidad y a un remordimiento de largo aliento. Estos espectadores dicen que preferirían mirar menos televisión de la que miran.

Es más, mirar mucha televisión contribuyó a la fragmentación social. El tiempo que se solía pasar en grupo en la comunidad hoy se pasa en soledad frente a una pantalla. Robert Putman, el prominente especialista en la decadente sensación de comunidad en Estados Unidos, descubrió que mirar televisión es la explicación central de la merma del "capital social", la confianza que une a las comunidades. Por supuesto, hay muchos otros factores en juego, pero la atomización social generada por la televisión no debería subestimarse.

Por cierto, mirar mucha televisión es malo para la salud física y para la salud mental. Los norteamericanos van a la cabeza del mundo en materia de obesidad -aproximadamente las dos terceras partes de la población estadounidense hoy tiene sobrepeso-. Una vez más, muchos factores están detrás de esta situación, inclusive una dieta de alimentos fritos baratos y poco saludables, pero el tiempo sedentario que se pasa frente al televisor también es una influencia importante.

Al mismo tiempo, lo que sucede mentalmente es tan importante como lo que sucede físicamente. La televisión y los medios relacionados fueron los grandes proveedores y transmisores de la propaganda corporativa y política en la sociedad.

La televisión de Estados Unidos está casi en su totalidad en manos privadas, y los dueños generan un buen porcentaje de su dinero a través de una publicidad implacable. Las campañas publicitarias efectivas, que apelan a deseos inconscientes -normalmente relacionados con la comida, el sexo y la condición social- crean ansias de productos y compras que tienen muy poco valor real para los consumidores o para la sociedad.

Lo mismo, obviamente, le sucedió a la política. Los políticos estadounidenses hoy son marcas, empaquetadas como cereal para el desayuno. Cualquiera -y cualquier idea- se puede vender con una cinta brillante y un 'jingle' pegadizo.

Todos los caminos al poder en Estados Unidos pasan por la televisión, y todo el acceso a la televisión depende del dinero en grande. Esta lógica simple puso a la política estadounidense en manos de los ricos como nunca antes.

Hasta la guerra puede mostrarse como un producto nuevo. La administración Bush promovió las premisas de la guerra de Irak -las armas de destrucción masiva inexistentes de Saddam Hussein- con el estilo familiar, colorido, ágil y lleno de gráfica de la publicidad televisiva. Luego la guerra en sí comenzó con el llamado bombardeo de la "sorpresa y conmoción" de Bagdad -un espectáculo en vivo hecho para la televisión y destinado a asegurar altos niveles de audiencia para la invasión liderada por Estados Unidos-.

Muchos neurocientíficos creen que los efectos que tiene mirar televisión en la salud mental podrían ser aún más profundos que una adicción, que el consumismo, que la pérdida de confianza social y que la propaganda política. Quizá la televisión esté volviendo a cablear los cerebros de los telespectadores asiduos y afectando sus capacidades cognitivas. La Academia de Pediatría de Estados Unidos advirtió recientemente que es peligroso que los niños miren televisión porque puede dañar su desarrollo cerebral, e instó a los padres a mantener a los niños de menos de dos años lejos de la televisión y de medios similares.

Una encuesta reciente en Estados Unidos, de la organización Common Sense Media, revela una paradoja que, no obstante, resulta perfectamente entendible. Los niños en hogares estadounidenses pobres hoy no sólo miran más televisión que los niños de hogares adinerados, sino que también es más probable que tengan un televisor en su cuarto. Cuando el consumo de una mercancía cae conforme aumenta el ingreso, los economistas lo llaman un bien "inferior".

Sin duda, los medios masivos pueden ser útiles como proveedores de información, educación, entretenimiento y hasta conciencia política. Pero un exceso de ellos nos está enfrentando a peligros que es preciso evitar.

Cuando menos, podemos minimizar esos peligros. Entre las estrategias exitosas a nivel mundial están los límites a la publicidad televisiva, especialmente dirigida a los niños; los canales de televisión públicos y no comerciales, como la BBC; y el tiempo de televisión gratuito (pero limitado) para las campañas políticas.

Por supuesto, la mejor defensa es el propio autocontrol. Todos podemos dejar la televisión apagada más horas por día y pasar ese tiempo leyendo, hablando con los demás y reconstruyendo la base de la salud personal y la confianza social.

Por Jeffrey D. Sachs, Profesor de Economía y director del Earth Institute, en la Universidad de Columbia. También es asesor especial del Secretario General de las Naciones Unidas sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
Copyright: Project Syndicate, 2011.
www.project-syndicate.org

miércoles, 1 de junio de 2011

¿Acaba internet con la TV por cable?

Por primera vez, las suscripciones de televisión por cable en EE.UU. sufrieron una caída. Era agosto de 2010 y los especialistas empezaban a hablar del fin de la televisión tal y como la conocíamos hasta ese momento.

La crisis económica impactó en las familias, que decidieron sacrificar -entre otras cosas-, las suscripciones al cable.

Aunque algunos analistas dijeron que en realidad la causa era el incremento de los servicios a la carta (on demand, en inglés) y de formas de transmisión alternativas (OTT, por las siglas en inglés de over the top).

¿Están los nuevos servicios, vinculados a internet, dañando mortalmente a la televisión tradicional y, sobre todo, a los operadores de cable?

No está claro. Nielsen, compañía dedicada a estudiar el mercado de medios, da cuenta de una caída en el número de aparatos de TV en EE.UU.; aunque una caída muy leve: la penetración bajó de 98,9% a 96,7%. También han bajado las ventas de DVD, mientras se incrementó el mercado del alquiler vía postal, como el que presta la compañía Netflix en EE.UU. (que también ofrece a sus clientes la posibilidad de ver algunas películas vía web).

Sin embargo, otra compañía que analiza el mercado de comunicación y tecnología, IMS Research, predice que las suscripciones al cable en ese país van a crecer en 7,8 millones entre 2010 y 2015.

Pero están todas las opciones de OTT, entre las que no pueden dejar de mencionarse las descargas ilegales.

Los gigantes tecnológicos Google y Apple han lanzado sus propios servicios de OTT, que permiten a los usuarios ver video de internet en sus aparatos de TV.

Cada vez más gente ve más video en línea. Pero también se consume cada vez más televisión. Entonces, ¿cuál es el futuro?

Palabra de especialistas

Neil Gaydon, gerente general de Pace, compañía que fabrica dispositivos decodificadores (set-top boxes, en inglés) para algunos de los más grandes operadores de TV por cable y satelital del mundo, dice que las cifras de la primera mitad del año, que muestran un repunte en las suscripciones de televisión paga en EE.UU., demuestran que esa industria está en buena forma.

Más aún, cree que Apple TV y Google TV no están siendo exitosos, porque el esquema de OTT "no tiene todavía un modelo de negocios que muestre cómo va a generar dinero".

Aunque reconoce que este tipo de iniciativas han sonado la alarma de los operadores de cable para que empiecen a ofrecer servicios híbridos (TV más internet).

"Los set-top boxes van a convertirse en un portal de acceso a diferentes medios", dice.

"Si uno se imagina el hogar del futuro tiene que haber algo como un distribuidor, un portal, un aparato de algún tipo- desde el que utilizar varios servicios".

A la carta

No todos creen que los set-top boxes sobrevivirán.

Suranga Chandratillake, fundador del buscador y agregador de video en línea blinkx, considera que "todos los dispositivos tendrán conexión a internet por defecto, ese es ya el caso".

"Creo que en esta instancia los set-top boxes son un negocio temporal", sentencia.

Sin embargo, Chandratillake no prevé el fin de la TV tradicional.

"Creo que ese aparato va a seguir existiendo, creo que seguiremos teniendo dispositivos con grandes pantallas, los llamemos tele o no".

"Y aunque la oferta lineal seguirá siendo popular creo que veremos un gran crecimiento de los servicios a la carta. No sé en qué medida estas dos son mutuamente excluyentes".

"Creo que hay ciertos aspectos de la TV lineal que seguirán con nosotros. Todos veremos la final de la Copa del Mundo al mismo tiempo".
La hora deportiva

Christopher Schouten, de la empresa Irdeto, que desarrolla software para TV digital, está de acuerdo con Chandratillake.

"Creo que hay cierto tipo de contenido que siempre será mejor ofrecer en forma lineal; definitivamente los eventos deportivos".

"Una nueva categoría de este tipo son los reality shows. La gente prefiere ver un programa en que compiten cantantes en vivo, mientras tiene lugar, no después".

Aunque Schouten reconoce que aunque la mayoría de los consumidores podrían ser considerados "tradicionalistas de la TV" -gente que es feliz con su suscripción de cable o televisión satelital-, advierte que las cosas están cambiando.

"Estamos viendo surgir grupos que tienen un interés pasajero en el contenido de los medios, pero que cuando quieren algo piden que sea exactamente eso y a la carta", dice.

"Y también están los consumidores más duros, intensos, que quieren que el contenido sea a la carta, flexible, personal y portátil".

"Para el usuario avanzado la competencia se da entre tres actores: TV paga, OTT y piratería", según Schouten.

"Cuando nosotros, como industria, le ofrecemos a los consumidores una opción legítima que satisface sus necesidades, muchos de ellos van a pagar por usarla. Darle a la gente lo que quiere es siempre la mejor forma de que se comporten de manera distinta".

Todo indicaría, pues, que el futuro será híbrido.

"Todavía hay muchísima gente que llega a casa y enciende la tele para ver los mismos programas a la misma hora. Mucha gente organiza todavía su vida hogareña en torno a eso", dice Paul O'Donovan, de la firma especialista en estudios acerca del mercado tecnológico, Gartner.

"El mercado de la TV paga, con muchísimos canales, va a cambiar. De una oferta que puede ser de 300 canales la mayoría de la gente ve unos siete".

"Yo creo que el futuro tiene que ver más con video a la carta, ver el contenido cuando uno quiere verlo", predice O'Donovan.

Publicado por la Revista Semana

http://www.semana.com/vida-moderna/puede-internet-matar-tv/157744-3.aspx

viernes, 25 de marzo de 2011

Se ha ido la primera Dama de la TV

Ha fallecido en Bogotá doña Gloria Valencia de Castaño.

lunes, 7 de febrero de 2011

Despedida Carmen Aristegui

La reconocida periodista mexicana Carmen Aristegui fue despedida del programa radial y de televisión MVS Noticias luego de conducir un segmento sobre las denuncias y acusaciones de varios políticos que afirman que el presidente de México Felipe Calderón tiene problemas de alcoholismo.

Aunque la comunicadora jamás acusó al mandatario de ser alcohólico, sí realizó un llamado a la presidencia para que abordara el tema con mucha seriedad e incluso pidió una respuesta oficial sobre ese asunto luego de que, en pleno congreso mexicano, un grupo de diputados pusiera una manta con la imagen del presidente Calderón con la frase: ¿Tú dejarías que un borracho manejara tu auto? ¿Verdad que no? ¿Por qué dejas que maneje tu país?”.

Estas fueron las palabras de la periodista: “No es la primera vez que se habla de este tema, de un presunto alcoholismo de Felipe Calderón. Si usted es usuario de las redes sociales, por ejemplo, pues en ese circuito de comunicación de la sociedad mexicana es frecuente ver expresiones que aluden a esa circunstancia que no podemos corroborar. Debería realmente la propia presidencia de la República dar una respuesta clara, nítida, formal al respecto. No hay nada de ofensivo, me parece, cuando alguien, si es que fuera el caso, atravesara por un problema de esta naturaleza. El alcoholismo, que es un fenómeno de salud muy estudiado muy conocido, requiere tratamiento".

Según el diario mexicano La Jornada, MVS Noticias mandó un comunicado en el que se elabora que la salida de Aristegui se debió a que "transgredió el código de ética de la empresa", por lo que se decidió terminar la relación laboral.

La productora del noticiero Kirén Miret, confirmó la noticia a través de Twitter y afirmó que "Carmen Aristegui sale del aire en MVS. Supongo que lo explicará cuando lo considere pertinente".

Por su lado, Javier Solórzano, inseparable amigo y compañero de Aristegui declaró en Twitter: “Creo que hoy la libertad de expresión es determinada por los concesionarios de los medios, presionados por el gobierno. #Aristegui habló a su manera abiertamente sobre un tema privado de un personaje público. Fue su decisión”.

A continuación el video del programam que le significó la salida a la periodista. Los cuestionamientos de Aristegui empiezan en el minuto 6:30.

http://www.youtube.com/watch?v=1Y4FvlDuWfI