Fayaz Kabli (REUTERS).
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Un medio de comunicación también debe ser responsable y no provocar innecesariamente la sensibilidad de personas que viven bajo otras circunstancias políticas, a menudo a su pesar, en un momento de enorme tensión, como el actual tras la aparición en YouTube de un 'trailer' de una presunta película sobre Mahoma, fundador de una religión que siguen unos mil quinientos millones de personas.
Le Monde se pregunta si está prohibido en El Corán la representación del Profeta. Liberation recuerda que en Francia no existe el delito de blasfemia.
Twitter es un foro de opinión y debate: #cartoons #hebdo...
El dibujante brasileño Carlos Latuff, acertado casi siempre en su visión de Oriente Próximo y del mundo musulmán, va más lejos; expresa su rechazo al director de la revista satírica francesa Charlie Hebdo.
La viñeta es directa, clara, opina.
El Gobierno de François Hollande se ha visto obligado a cerrar 20 embajadas y otros tantos centros culturales en previsión de incidentes el viernes, día de oración de los musulmanes. En Bengasi, donde murió hace unos días el embajador Stevens, hay tensión; algunos ofendidos no pueden esperar para mostrar su ira. También, en Pakistán.
The Guardian reúne en su Data Blog (que tiene un subtítulo soberbio: los hechos son sagrados) cada acto violento comprobado. Haaretz informa de que varios líderes arabe-israelíes piden a Google la retirada del vídeo que desencadenó los incidentes la semana pasada.
Al Qaeda califica de "regalo" el asesinato de Stevens y solicita más acciones de este tipo. Fox News, el canal informativo ultraconservador de EEUU, exige una investigación de lo sucedido en el consulado.
Tras las primaveras árabes han surgido dos modelos de islamismo político: los moderados (Hermanos Musulmanes, Hamás, etc) y los radicales (salafistas y toda una pléyade de siglas nacidas de la lucha contra Occidente en Afganistán e Irak). Le Figaro duda de que esta separación sea tan clara.
En este vídeo subido por The Lede se puede ver cómo militantes salafistas libios destruyen una mezquita sufí, escuela filosófica del islam considerada herética por los radicales. Se repiten los Budas de Bamiyán.
La religión es el único camino para millones de personas, la única esperanza para canalizar frustraciones, la desesperanza, la ausencia de trabajo (el 27% de los jóvenes árabes está en paro) y de perspectivas.
Una lectura recomendada en el blog The Middle East Channel: "La globalización y sus descontentos". Otra, este gráfico que vincula pobreza y religión.
En ese estado de necesidad, de excitación política, es fácil caer en el exceso. Añádase unas gotas de doble estándar en Palestina y otras zonas y ya tiene un radical en potencia en espera de la mecha.
Gabriel Bouys (AFP).
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Personajes como Nasralá, Ahmadineyad o los salafistas no agitan las masas en defensa de su Profeta; su ira es cálculo político, un arma más ante un enemigo tecnológicamente superior.
Embajada francesa en El Cairo / Amr Abdallah Dalsh (REUTERS).
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John Huges ofrece consejos a EEUU desde la web Global Post: "Qué se debe de hacer".
El ateísmo es un derecho, una opción intelectual y personal. En EEUU ser ateo era peor que sospechoso de islamismo. Nadie votaba a un ateo o un agnóstico para ningún cargo público. Por eso todos los líderes norteamericanos acuden a ceremonias religiosas, para que les fotografíen, para que conste su fe. Pero los tiempos están cambiando, según las encuestas.
El mundo islámico que demanda respeto debería otorgárselo a las otras religiones. En Arabia Saudí, aliado occidental y gran productor petrolero, está prohibido construir iglesias cristianas. Los miles de filipinos empleados en el reino no pueden rezar a su dios Jesucristo porque se considera un acto ilegal.
Es lo que recomienda Thomas Friedman, columnista del diario The New York Times: "Mírate en tu espejo".
El humor, la ironía son estados superiores de la inteligencia. Para comprenderla y reír es necesaria la tolerancia, un sustantivo que matrimonia mal con las verdades absolutas.
Esta viñeta de una niña muerta en Siria, amputada por una explosión, critica la actitud internacional ante lo que sucede allí. Llega a través del blog The Gun del reportero C.J. Chivers, uno de los mejores corresponsales de guerra. Trabaja para The New York Times. Fue quién sacó en Misrata los colores al anterior Gobierno socialista, que los dobles estándares son de todos, no solo de EEUU.
Publicado por El País de Madrid
Por Ramón Lobo. Nací en otro siglo, en Venezuela, mitad español, mitad inglés. Siempre me gustaron las noticias internacionales. Con El País he viajado a guerras en medio mundo. He aprendido mucho, sobre todo a escuchar.
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