El reto de Douglas Velásquez, nuevo gerente de la RTVC, es garantizar que no se desdibuje el carácter de la Radio Nacional, y que no pierda el norte de su programación educativa y cultural, absteniéndose de entregarla a sectores con claros intereses políticos.
Entre los villancicos y las uvas de fin de año, se dio una polémica situación que el gobierno logró contener tan pronto comenzó a asomar en los medios. El episodio ocurrió en la Radio Televisión Nacional de Colombia (RTVC), la entidad que remplazó a Inravisión y que tiene a su cargo los dos canales de televisión y las dos emisoras estatales.
A comienzos de diciembre, dos semanas después de haberse posesionado, Douglas Velásquez el actual gerente de la RTVC, recibió una visita que causó conmoción. Se trataba de José Obdulio Gaviria, quién acompañado del abogado Ernesto Yamhure y del periodista Guillermo Díaz Salamanca realizó un detallado recorrido por las instalaciones de la Radio Nacional.
Además hubo al menos dos reuniones más en la oficina de gerencia donde no se les escapó ninguna pregunta sobre el número de frecuencias, potencia, cobertura, audiencia y cuanta cosa se les ocurrió. La explicación del inesperado tour se supo a los pocos días a través de un confidencial de El Espectador, que aseguraba que los visitantes hacían gestiones para lograr que les cedieran el espacio del informativo de la mañana.
Desató toda suerte de versiones que en pleno año electoral una persona de la entraña del gobierno quisiera quedarse con el programa de noticias de la radio estatal, que tiene 36 frecuencias y cobertura nacional. También llamó la atención que de existir la posibilidad de ceder un espacio, este no se entregara como resultado de una competencia sino a dedo.
El entonces director de la programación de radio Gabriel Gómez, buscó al gerente de la RTVC, para confirmar la versión periodística. Según Gómez, el gerente Velásquez le dijo que le habían presentado un proyecto con el que se lograría mayor audiencia y en donde la Radio cedía el espacio para que ellos lo comercializaran.
De acuerdo a la misma versión, ante los reparos legales que Gómez le planteó por ser una emisora pública, Velásquez le dijo que ellos tenían un concepto de la oficina jurídica de la Presidencia donde constaba que eso se podía hacer. Por su parte Velásquez niega que él se hubiera referido a algún concepto. Dice que su interés desde que llegó al cargo es buscar la forma de aumentar la audiencia, que así de simple se lo comunicó a su equipo y que cualquier otra cosa es que lo malinterpretaron.
Sin embargo, la revista Semana habló con tres personas diferentes que confirmaron que en una reunión Velásquez confirmó la llegada de los nuevos personajes a la emisora y también incluyó al humorista conocido como ‘don Hediondo’. También confirmó de una reunión en un reconocido restaurante, al que Velásquez envió varios periodistas a hablar con Yamhure y Díaz, y en la que hubo propuestas de trabajo con miras a comenzar en los primeros días de enero.
El ruido provocado por los pasos decididos con los que se anunció el cambio en la propuesta informativa, llevó a la renuncia de toda la plana mayor de la Radio Nacional. Quienes se retiraron no comparten el nuevo enfoque en los contenidos de la radio pública, y consideran que se está acabando de un brochazo un trabajo de cinco años de transformaciones que tiene buena aceptación y reconocimiento público. Pero lo que hubiera existido, se frenó en seco luego que la periodista Cecilia Orozco en su columna de fin de año contara apartes de lo sucedido, y que la ministra de Comunicaciones saliera a los medios a decir que eso no iba a suceder “mientras yo esté”, dijo.
Aun así, quedó la sensación de que ni siquiera ella sabía los detalles de lo que estaba cocinando el nuevo gerente de la RTVC. “Llegué aquí buscando hacer cambios. No tengo intereses políticos” dijo Velásquez a la revista Semana, asegurando que lo que quiere es poner a sonar a la Radio Nacional. En efecto, ya lo logró en muy pocos días con el conato de escándalo que provocó.
Con estos episodios que dejan un mal sabor, el gran reto que tiene el nuevo gerente de la RTVC es garantizar que en sus manos no se desdibuje el carácter estatal de esta Radio convirtiéndose en un medio de comunicación del gobierno de turno, y que no pierda el norte de su programación educativa y cultural, entregándola a sectores con claros intereses políticos.
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